martes, 3 de julio de 2012

Bestia



Aunque el tiempo pase, las mareas se agiten y tu mente se borre, no me olvides, no lo hagas chico, no lo hagas…
Me estoy portando mal, golpéame fuerte la nalga izquierda, porque ésta siempre me trajo buenos recuerdos; rutas diferentes, miradas ardientes, bocas que se muerden, piezas de puzle bien encajadas. Recuérdame. Todas las palabras hermosas que nos hemos dedicado, tantas sacudidas en el corazón, tantos cuchillazos. Chico no me olvides. No confundas mis palabras, sabes que todo es cierto, que cuando estoy triste todos huyen de mí, y esa fría jaula me sirve de fortaleza.
Soy  joven,  mi piel aún brilla cuando los rayos de sol le besan, mi cara aún se cofunde cuando te bajas el pantalón. Yo quiero desabrochar tu botón, llevo días practicando, déjame.
Sé que estás lejos, pero acércate y coloca tu mano bajo mi falda. Sabes lo que siento. No dejes de tocarme, no me dejes, agárrame fuerte, saltemos juntos; como los amantes, como los que saben arder, como los que callan y saben demasiado, como dos perros hambrientos, no me sueltes.
Drogas, sábanas, gritos. Colócame el bozal, ven embísteme, sabes que no estoy poseída, es la ventana que me llama. Ven quiéreme, atrévete. 
Esto se llama amor, oh sí, amor. El querer y no saber, el querer y no poder. Pero tú has visto lo frías que tengo las manos, cómo te voy a tocar, cómo te puedo amar así?. Búscame cuando cuelgues el abrigo, cuando pase el frío, cuando las amapolas florezcan, búscame en mi cama, cuando me dejen salir de esta jaula. Aunque tu mente se borre no me olvides, no lo hagas, júramelo... Por esta vieja ventana que se cae a pedazos, por la soledad, por el afortunado desamor, júramelo chico, júramelo.
No quiero llorar, hazme el amor, corre, que los policías llegan y será imposible acercarte a la jaula. Hazlo ya, rápido.
Cómo quieres que te olvide?. Si me apareces en la sopa, si mi piel es la tuya y me desgarra, si mi sangre se alborota y mi corazón te echa de menos.  La culpa es de la música, de Otis Redding, díselo a él, yo no tengo nada que ver. No lo ves?. Fíjate, no sólo es Jim Jarmusch el de Coffee and Cigarettes, también Otis. Él  tiene una canción pero se llama del revés, Cigarettes and Coffee. Dios chico no puedo dejar de pensar en ti. Me devoras el corazón, eres el único capaz de parar mis palabras y sobrevivir a mis puñaladas. Jamás sentí un deseo tan inmenso. Chico mátame.