viernes, 1 de julio de 2011

La prostituta de la calle Marqués




Niña rolliza de
andares desechables,
tu confianza
es sobrenatural,
de olfateada charlatanería
y bailes mortales.
Gobernanta de los corrompidos,
tu dictas su piel, su carne
y sus ojos.
La mandamás de las tonterías,
con cantos marchitos
y jornadas intensivas.
Tu ahuecada cabeza de
negligentes excavaciones
pule el suelo de los
condenados.
¿Cuándo quieres matarles?
Amamantas la verdad con
mentiras,
y el ocaso de tu gozo
se estrella en tu pelvis.
¡Eres un monstruo, gordo,
cruel y virgen!
Eres el imán de las
negras brujas,
la dulce muerte que aúlla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario