miércoles, 15 de febrero de 2012

Ya no es lo que era




Es indiscutible que nuca fue una buena niña, robaba las revistas porno de su padre en las que aparecían fotografías de mujeres semidesnudas, y se masturbaba en grupo bebiendo cerveza y fumando unos cigarrillos Camel, de los que repartían en las bodas y que también su padre guardaba en el primer cajón de su mesilla de noche.
Tampoco fue muy espabilada, los niños en ocasiones se reían de ella, y ella mucho más de los demás. Pero ahora, en su madurez, se encuentra perdida en una enredadera de frases deshonestas con resquebrajados calificativos despreciativos.
¿Es natural que sin previo aviso le ahoguen con discursos fuera de lugar, como si hubiera sido la culpable de lanzar la piedra al panal de abejas? Por infortunio las cosas empezaron a estar movidas de sitio, los abrazos y las notas de amor desde hace años son vocablos desencajados, indigestiones y un desmembrado cerebro.
Esta mañana tiró la mierda por la ventana, se cubrió de armonía y cortó con una delicadeza inhumana el más perfecto trozo de tarta, escogió las mejores naranjas y con entusiasmo llenó el más limpio de los vasos con zumo, escribió una nota que decía "te amo", y la pegó en el vaso, sonrió, le besó y le dio los buenos días, así comenzó su mañana.
Por desgracia la noche pintaba fatal, la armonía fue sustituida por ansiedad, desengaño y asfixia. El frío ayudó a provocar con más ahínco la congoja, la desesperación de encontrase en esas cuatro paredes que parecían extrañas. Pensaba que las cosas mejorarían, pero pecó de ilusoria, solo faltaba que algo encendiera la llama, cualquier palabra o expresión que creara discordia… ahora es la perfecta hija de perra que ha quemado la mecha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario